Así titula Antonio Yuste, nuestro coblogger leonés, su particular visión sobre el nefando huracán Katrina.
Los ecologistas nos recuerdan todos los días que el Planeta Tierra es dinámico pero menos, que tiende por su propio bien a la armonía (?), que obedece pero que le damos mal las instrucciones con un exceso de dióxido de carbono. Ellos están en el mundo, al revés, para lograr que la Humanidad humille, para salvar al hombre bíblico hecho a imagen y semejanza de un Dios todopoderoso pero que peca porque usa un manual de instrucciones del Planeta con errores tipográficos. Las cifras del gas de efecto invernadero están bailadas.
Es una pena que la homilía ecologista no logre calmar nuestra ansiedad. Vienen del viejo testamento y son vengativos. Se proponen frenar en seco la actividad económica y la actividad humana en general. Quieren que la Humanidad humille, son portadores de una nueva plaga bíblica, el colapso económico y las hambrunas en justo castigo al poco caso que les hacemos. Les mueve un ideal bíblico, que la Humanidad humille. Es una pena y no sé quién me produce más lástima si los ecologistas, si la Humanidad o el manual de uso del Planeta con errores tipográficos.
Léanlo todo.