En serio: y ahora qué?

Lo primero que quiero dejar claro es que me congratulo del voto negativo de los franceses al bodrio de contitución que nos querían imponer desde no sé muy bien qué despachos tenebrosos y oscuros. Digo tenebroso y digo oscuro, porque la democracia, tal y como yo la entiendo, se hace con luces y taquígrafos, amén de contar con la opinión de los administrados. Evidentemente no esperaba que nos consultaran a todos uno por uno sobre lo procedente de éste o aquél articulillo, pero una comisión constituyente más representativa y amplia hubiese dado, sin duda, otros rssultados que los que nos presentaron a consulta.

No olvidemos tampoco que en España no ganó el Sí. En España ganó el «Europa? Democracia? Referéndum? Lo siento, tengo cosas más importantes que hacer». Y así nos luce el pelo. Los franceses han vuelto a darnos un ejemplo de democracia real acudiendo en gran número a las urnas, esto es, ejerciendo su derecho democrático al voto. Aquí no hacía tanta falta, «Los del Río» ya votaban por la mayoría.

En los periódicos españoles se habla de crisis europea sin precedentes. Creo que se equivocan. De hecho, desde el punto de vista institucional no ha pasado absolutamente nada. El Tratado de Niza sigue tan en vigor como antes de ayer, y lo seguirá estando hasta el 2009. Francia ha dado su no y estoy seguro que algún otro país hará lo mismo. Holanda, Reino Unido, tal vez Polonia.

Si observamos la historia de Francia, sólamente una vez durante la 5a República el pueblo francés votó en contra de la voluntad de su Presidente: en Abril de 1969 rechazaron la ley de reordenamiento territorial y del Senado. La consecuencia: dimisión de De Gaulle al día siguiente. En lógica histórica, estoy esperando que Chirac anuncie su dimisión y convoque elecciones generales.

Unas elecciones anticipadas en Francia y las ya anuciadas en Alemania sí supondrían un cambio serio del mapa político europeo. La primera reacción del Presidente de la República Federal Alemana es bastante significativa: «es un toque de atención a quienes creen posible una política europea a espaldas de los ciudadanos». Sí, lo es.
No digo que se rompa el eje franco-alemán, pero sin duda perderá dinamismo. Además, esa pérdida de dinamismo vendría (espero que así sea) acompañada de un aumento de peso político de un posible eje Polonia-Reino Unido-España. Huy, qué tonto estoy. No, claro, con ZP, claramente entregado a las políticas de París, tal posibilidad no existe. Pues es una pena, oye.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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13 comentarios

  1. Estimado Vicente, los ciudadanos tenemos el derecho inalienable a ejercer el control sobre las acciones de quienes son depositarios temporales de nuestra soberanía. Y que nos pregunten es lo menos que se les debe exigir. Por mí, referéndum cada seis meses sobre las leyes más importantes. Y el que no sepa, que estudie. Por cierto, de éstos (los que han de aprender) hay a docenas en los gobiernos europeos.
    Saludos.

  2. Yo creo que no se debió hacer ningún referéndum. Tenemos políticos, supuestamente, bien preparados y que, por lo menos teóricamente, representan y defienden los intereses de todos. Si después de tanto tiempo de estar discutiendo los especialistas y de haber llegado a un acuerdo hemos de decidir quienes no podemos tener conocimiento sobre todos los asuntos ni sobre las realidades de los demás países, apaga y vámonos.

  3. Pudieron haber votado en contra de la ratificación entonces en el Bundestag. Me parece que esa era la posición de principios. Pero según leí no sé dónde, los únicos diputados que votaron en contra de la ratificación fueron de la CDU/CSU. Leeré y leeré (intentaré leer alemán, mejor dicho. Gracias por el enlace)

  4. Una precisión.
    La Constitución alemana no contempla la posibilidad de un referéndum.
    Al escribir la constitución, los aliados lo decidieron de esta manera como mecanismo de defensa ante una nueva aparición de movimientos totalitarios. O sea, que los aliados decidieron que no se pudiera hacer un referéndum para evitar que un nuevo Hitler pudiera subir al poder y cambiar lo que le pareciera «democráticamente»

    Por lo demás, no sé si me alegra el NO. Me hubiera alegrado si hubiera ganado en España.

  5. Pues el fin del mundo, ¿no?

    Según la tradición islámica uno de los signos mayores de que la última hora ha llegado es que la población de hombres disminuirá, mientras que la población de mujeres aumentará hasta el punto de que por cada hombre habrá cinco mujeres. Esto no lo explican en el Thompson porque expulsamos a los moriscos.

    Si Al-Chirak temía que el cielo cayese sobre su cabeza tras el democrático varapalo a la CE, podemos pues tranquilizarle… pero que le envíen unos seguratas y que desaloje el despacho para las 1700.

  6. Es que se han confundido con los conceptos. El duro golpe es para el Gran Oriente de Francia. Los ciudadanos de la UE nos hemos quedado tan panchos.

  7. Luis, es cierto que los liberales alemanes quieren pedir un referendum-plebiscito o lo que sea sobre la constitución europea?
    Porque al estar aprobada, no se si tiene mucha verosimilitud ese rumor.

  8. ¿Y de qué habla Schröder, si la élite política alemana ni siquiera convocó al «pueblo» a decidir si quieren o no la constitución. Aspecto, por cierto, en el que estoy decepcionado de los liberales alemanes del FDP.

  9. Para lo de la dimisón de Chirac creo que tendrías que esperar a que el tipo tuviera un repentino ataque de verguenza política, cosa que la que carece. De hecho, creo que ya afirmó que no iba a dimitir si salía No, en principio para que no se asociara el referendum a su permanencia y, en realidad, para taparse las espaldas por si acaso. Lo mejor son las declaraciones del padre de la criatura, Giscard d’Estaing, diciendo que se vota las veces que haga falta hasta que salga Sí. Solo eso explica buena parte del No, menudo concepto de la democracia tienen estos eurócratas.

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