Hace unos días escribía yo que, desgraciadamente, las políticas subvencionistas además de destructoras de los principios de libre comercio y del principio de igualdad de oportunidades para todos, constituían un caldo de cultivo en el que se han desarrollado conceptos «parasitarios» en las mentes de muchos empresarios:
La historia del capitalismo en occidente pone de manifiesto que la renta de todos los estratos sociales (empresarios, propietarios, trabajadores) ha aumentado en valores absolutos frente a los fracasos económicos de otros modelos de sociedad. Dónde está el problema, pues? Muy fácil: la mayoría de los capitalistas no son liberales. La mayor parte de los empresarios sienten pánico ante la libre competencia y no dudan ni un minuto en mendigar favores y subvenciones a los políticos. Éstos, claro, aumentan a cambio su poder.[…]
Moldear la demanda, dirigirla, gobernarla es siempre más atractivo que servirla. Es por eso que gran parte del empresariado occidental no comulga con los principios del liberalismo político y, si me apuran, tampoco con los del liberalismo económico.
Tal afirmación, abandonada al contexto de lo puramente teórico, puede parecer exagerada. Pero en cuanto la extraemos de la discusión teórica y la contrastamos con la realidad, cobra un significado inusitado.
Leamos un titular de prensa:
Telefónica, Microsoft, HP, Ono, Indra o Intel quieren colaborar con el Inteco
Loable, fabuloso, los empresarios al lado del gobierno para generar nuevas ideas, nuevas tecnologías, nuevos puestos de trabajo. Es una de las regals de oro del liberalismo. Qué va! Hay que seguir leyendo la noticia para darse cuenta de que en realidad, no estamos sino ante un caso más de parasitismo y oportunismo, propiciado en este caso por la benevolencia e ingenuidad de un estado regido por quienes siguen creyendo que las economías dirigidas son la solución a los problemas de hoy. Y se equivocan. Pero leamos la noticia:
Una sociedad mixta, con participaciones en un 75% de sociedades públicas y la cuarta parte restante de la iniciativa privada, pondrá en marcha el desarrollo del Instituto Nacional de Nuevas Tecnologías, que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prevé que funcione en León a partir del mes de septiembre.[…]
Eso mismo persigue el Inteco, ser un centro de referencia para España y Latinoamérica en investigación de nuevas comunicaciones», aclaró Losa, que citó entre las empresas punteras que se han interesado por esta proyección a Telefónica, Microsoft, Ono, El Corte Inglés (en su división de informática), Hewlett-Packard. Intel e Indra. Según avanzó en rueda de prensa el parlamentario autonómico por León, el Gobierno va a impulsar un consorcio público para llevar a cabo el Inteco en el que va a invitar a integrarse a la administración autonómica, además de la Universidad de León, el Ayuntamiento de la capital leonesa y la Diputación de León.
Ya ven, mi gozo en un pozo. El 75% de participación estatal! Es que no ha yotras vías para incentivar la investigación conjunta de las empresas privadas? Qué beneficios, mejor dicho, quién será al final beneficiario real de los avances que en tal Instituto se alcancen? La Universidad? Los 600 trabajadores? Yo, que al fin y al cabo pago con mis impuestos parte del «negocio»? No seamos ingenuos. Microsoft, Telefónica, El Corte Inglés, HP y los demás. Eso si hay algo en lo que beneficiarse. Y digo esto porque a la noticia se le puede dar la vuelta.
Y si todo se reduce a un ejercicio puro de estatalismo con espacios publicitarios reservados? Ustedes ya me entienden. En la puerta del Insituto y en los folletos informativos se recojen los nombres de las empresas, las cuales pagan tal publicidad con un par de euros en la caja del futuro INTECO. El resultado? Un Instituto más sin capacidad real investigadora, de baja productividad, que no revoklucionará las tecnologías IT y que, eso sí, nos va a salir por un ojo de la cara.
Yo soy leonés, debería de estar contento, pero no lo estoy. Así no se hacen estas cosas. Creo yo, al menos.
Así no.
La misión de un empresario es ganar dinero. Simplemente. Y lo más cómodo y fácil para hacerlo es un buen monopolio.
Si se parte de esta base, cualquier empresario es antiliberal y anticapitalista por naturaleza.
Además si las reglas de juego lo permiten, ¿por qué no se puede usar una pequeña coacción para poder ganar yo dinero fácil a costa de los demás?
Realmente aunque los empresarios puntualmente se decanten por un cierto intervencionismo que les favorezca, en general, puesto que piensan de forma bastante racional, prefieren que no haya intromisiones puesto que no saben si van a estar en el lado de los favorecidos o perjudicados por las coacciones.
Ojalá se generalizara y todos pensáramos así.
Eso no es nada nuevo, ni lo han creado «las politicas subvencionistas». Ya Adam Smith se quejaba de esto.
Ley del minimo esfuerzo => Reunion de pastores, oveja muerta
De ésos también, Stephen.
¿hablamos de los abundantes parques tecnologicos que pueblan España?
suelo publico,empresa publica,universidad publica etc etc