No se pretende desde este blog hacer una comparativa permanente de las «formas» de gobierno socialdemócratas con otras ya pasadas y menos democráticas. Sin embargo, hay ocasiones en las que basta echar un vistazo a los periódicos para encontrarse con similitudes que van más allá de la pura coincidencia si se las analiza en profundidad.
Fuente 1. «Ley de 1935 sobre el Servicio Laboral al Reich«:
Diese Aufgaben waren nicht einzigen Dienstverrichtungen des Arbeitsmannes. Wenn er nach entsprechender Musterung zum RAD eingezogen wurde, musste er eine rekrutenähnliche Zeit über sich ergehen lassen, das hieß, dass eine Grundausbildung auf dem Tagesprogramm stand, also exerzieren, marschieren, Geländeübungen usw. Dazu gab es sportlichen Unterricht, der schon stark an den militärischen Geländesport erinnerte (…) Traducción: Estas tares no eran las únicas a las que estaba obligado el trabajador. Tras el correspondiente reclutamineto y revisión para ingresar como «Trabajador al Servicio del Reich», tenía que someterse a un tiempo similar al del reclutamiento, es decir, a una formación básica en cuyo orden del día encontrábamos marchas, entrenamiento a campo abierto, deporte, que recordaban a los ejercicios militares (…)
Fuente 2. Los planes de la Agencia Estatal de empleo en la alemania de hoy.
Längerfristig soll jeder zweiter Ernte-Job mit Deutschen besetzt werden. Derzeit kämen 86 Prozent der 320 000 saisonalen Arbeitskräften aus Polen, erklärte Alt. Um Ausfälle bei deutschen Kräften zu vermeiden, solle es für die Erntehelfer körperliche Trainings geben. Traducción: En un plazo más largo se deberían cubrir los trabajos temporales de cosecha con trabajadores alemanes. En estos momentos el 86% de los trabajadores temporales proceden de Polonia, aclara Alt. Para evitar bajas entre los trabajadores alemanes, se deben de dar entrenamientos físicos a los jornaleros temporales.
Con lo que podemos decir aquello de «vuelta la burra al trigo». Más de lo mismo. En el fondo subyace una echo incontestable: la «caridad»( en este caso el subsidio de desempleo) del Estado aumenta el poder del Estado pero termina poniéndolo en un aprieto, en cuanto llegan malos tiempos. En esto no se distinguen en mucho los gobiernos socialdemócratas de los gobiernos totalitarios. Quién desde la izquierda afirmaría que la atribución obligatoria por parte del Estado de un trabajo no deseado y alejado de la propia cualificación es mejor que la elección individual libre del puesto de trabajo? Hoy por hoy, probablemente nadie y, sin embargo, la obligatoriedad de asumir un trabajo no deseado se ha convertido en un hecho gracias a la política socialdemócrata de salarios elevados, estado de bienestar social a cualquier precio y protección contra el despido. Para que esto funcione, no se vaya a romper la cuerda!, ya nos encontramos ante la próxima intervención estatal en la vida privada del particular, pidiendo y certificando el deporte desde el Estado. Si siguen actuando de forma consecuente, los pasos siguientes lógicos serían pedir la alimentación correcta y que nos acostemos temprano, no sea que los espárragos se vayan a pudrir en el campo sin haber podido ser recogidos. Claro que lo mejor sería meter a los jornaleros en «campamentos», lo cual ahorra dinero y simplifica la vigilancia del cumplimiento de las «normas corporales».
No digo yo que un cambio a una vida más sana no le iba a sentar bien a más de un parado; pero puede alguien con actitud fundamentalmente liberal y humanista aprobar que la decisión al respecto pase del individuo libre al Estado? Imagínense la ola de protestas que surgirían si a una empresa privada se le ocurriese prescribir a sus empleados un cambio de costumbres y hábitos.
Es la lógica perversa del Estado social:
– prescribir por ley y para grupos de individuos supuestamente perjudicados, como la población asalariada, mejores condiciones que las que el libre mercado podría ofertar coyunturalmente atendiendo a parámetros puramente económicos;
– desencadenar con esas medidas el hundimiento del mercado en los sectores en cuestión ;
– y, finalmente, substituir la actividad del mercado destruído por el Estado con actividades estatales (aumento del funcionariado, subsidio de desempleo, trabajos subvencionados, enseñanza estatal) que no sólo no atienden a las necesidades del mercado en muchos casos, sino que además suministran peores resultados que los que obtendría el propio mercado.
Si éste es el camino emprendido en europa, que paren el tren, que yo me bajo.
Si no fuera porque el encargado del plan es el Estado ,incluso estaria dispuesto a pensar que se acabo el sobrepeso en Alemania que jamas ningun aleman volvera a fumar y que dejaran las salchichas por el apio y abandonaran la cerveza en favor de la leche de soja.
…si a una empresa privada se le ocurriese…
Ahí entramos ya en cuestiones religiosas. Las decisiones del Padre (Estado), protector y sabio, no se discuten. Las del individuo, ser maligno y egoísta, no se escuchan, que es el diablo muy zalamero…