Ayer fué uno de esos días en los que la vida te muestra por qué y para qué estás aquí. Despues de haber dado el visto bueno a más de 20 informes del laboratorio me vengo a la bitácora y comento la actitud «perdonavidas» del señor Chaves en el programa «Las Cerezas». Como soy (al menos eso creía) hombre sincero, reconozco que yo (no recuerdo muy bien donde) también pequé de intrusismo (no soy yo quién para darle tiempo a Ratzinger, pues no puedo considerarme un católico practicante) y me recrimino por ello, en la misma línea. Para dejar sentadas las diferencias de posición del perdonavidas y el perdonado no se me ocurre nada mejor que recurrir a los hechos, hechos que ni invento, ni tergiverso ni manipulo. A saber:
1. Escribo:
…su partido está precisamente en el poder gracias a un atentado terrorista…
y no hago más que compartir la opinión de la mayoría.
2. Sigo diciendo:
…autoproclamados Dioses del progreso y las alianzas de civilizaciones.
limitándome a redundar sobre lo que conocemos.
3. Termino con:
…encomendarse a los “santos” de ERC y ETA para no caer en las profundidades del infierno del olvido
porque me tengo por persona documentada.
Creía hasta ayer, que el improperio indocumentado era algo que sólo ocurría en los foros de adolescentes, dónde la cualidad del argumento sucumbe ante la falta de información. También creía que calificativos como «sectario impresentable» estaban reservados a los Ussía, Federicos y Aznares de este mundo (lo cual no deja de provocar en mi interior una especie de orgullo emergente) y ya veo que es más fácil descalificar que contraargumentar, en cualquier caso.
Estimado Tito, mi invitación se mantiene en pié. Espero que lo ayer leído y tanto transtorno emocional te causó no te impida volver hoy a leer estas líneas. Confío en tu generosidad, pues si tus argumentos objetivos fuesen tales, reconocería mi error y retiraría lo escrito. Ya te adelanto que no va a ser fácil.
Empezaba diciendo que el dia había sido duro. Y tánto! Pero no importa. No pude estar atento a la bitácora pero mis lectores sí lo estuvieron. Gracias de nuevo a todos, en especial a quienes creyeron necesario explicar a Tito y quienes piensan como él, por qué no es conveniente entrar en el salón de una casa ajena, soltar un improperio y largarse sin dar los buenos días.
Si es que no escarmentáis. Dejáis el cerebro abierto de par en par, sin firewall ni ná, y luego os duele la cabeza. Al menos, tomaros un par de aspirinas antes de exponeros a la radiación.
Del programa de ‘Las Cerezas’ solo ví cuando María Jimenez dijo una frase: ‘Toda España es socialista porque toda España quiere la libertad’ (sic). Como comprenderás del soponcio no pude ver más.