La plataforma contra la globalización ATTAC no es sólo conocida por su heterodoxia metodológica, no, también por su afán de ocultar la realidad que se esconde tras su fachada: formar al hombre y al mundo según su voluntad y manera de pensar. Ello no tendría nada de malo, si no fuera poque nuestra vieja civilización ya ha tenido suficientes malas experiencias con distintos «Vendedores de felicidad» que han fracasado estrepitosamente dejando tras de sí altísimos costes en vidas humanas, medio ambiente y economías nacionales devastadas. No importa, deben de pensar los chicos de ATTAC, volvamos a empezar, ya que la idea es fabulosa, el problema es que no se ha sabido llevar a la práctica, ha sido pervertida, nosotros lo vamos a hacer mejor.
Cualquiera que disponga de un mínimo de tiempo para aplicar la lógica reconoce que nos intentan vender burras viejas por alazanes altivos, cosa que parece no impresionar a los ATTACeros, porque la mayoría aún son jóvenes y andan algo desorientados y porque los no tan jóvenes no son sino inmaduros ideológicos anclados en el 1968. En pocas palabras: perdidos en su viaje a Nowhere-Country. Y como tal viaje puede durar una eternidad tienen tiempo para reformular ideas viejas y vestirlas de mantos gloriosos.
Esas magníficas ideas nos las encontramos en la página web de ATTAC Madrid, por ejemplo.
La primera idea para salvar el mundo: «RENTA BÁSICA DE LA CIUDADANÍA». Cito:
El derecho a la renta básica, que asegura a toda persona, con independencia de su edad, sexo, orientación sexual, estado civil o condición laboral, el derecho a vivir en condiciones materiales de dignidad. A tal fin, se reconoce el derecho a un ingreso periódico sufragado con cargo a los presupuestos del Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro residente de la sociedad, independientemente de sus otras fuentes de renta, y sin perjuicio de la exigencia del cumplimiento de sus obligaciones fiscales en dicho Estado, que sea adecuado para permitirle cubrir sus necesidades básicas.
Muy bueno! Sueldo básico para todos! Quién va a correr con los costes de semejante, imprescindible paso en el nacimiento de un nuevo mundo mejor? Usted? Yo? Ah! El Estado, nos dicen. Pero si el estado vive de MI dinero!
Qué pasaría si todos estuviésemos de acuerdo y nos conformásemos con una «renta básica»?
Los defensores de la «renta básica» ignoran deliberadamente que el Estado no puede dar algo a alguien si antes no se lo ha quitado a otra persona mediante la confiscación fiscal. Ignoran que la riqueza ha de ser GENERADA, no es algo que esté ahí esperando a ser repartido. Ignoran.
Pero sigamos. El avezado lector se preguntará: cómo llevar adelante tales ideas revolucionarias?. La respuesta:
«Manual del manifestante». Un libro de José Antonio Pérez. El valor de las movilizaciones, las redes de rebelión y la alterglobalización. Una necesaria lectura.
[…]Emerge así una vigorosa sociedad civil que reivindica una justicia global y la recuperación del papel de la política para poner coto a los desafueros cometidos por el mundo del dinero.
Y lo reivindica desde la calle ante la falta de instituciones que la representen debidamente. Según Albert Camus, «El hombre rebelde es el hombre informado». Mas no siempre los peatones de la política, es decir, los manifestantes, disponen del tiempo necesario para documentarse sobre las diversas formas de amenaza a la existencia producto del frenesí turbocapitalista. Esta guía proporciona información sobre las instituciones multilaterales que rigen el mundo sin mandato democrático, detalla ciertos medios antidisturbios lesivos para la integridad física de las personas, indica cómo actuar en caso de sufrir una detención policial y describe lo esencial de las principales corrientes ideológicas que inciden en la vida política, incluidas las alterglobalizadoras, así como las formas específicas que puede adoptar el espíritu de rebelión. Sin olvidar los últimos avances de la «tecnología protestataria» basados en el ciberactivismo y las organizaciónes en red.
La democracia significa en realidad «gobierno del pueblo», en original δημοκρατία. Lo dejo aquí escrito para evitar la minupalción del término. Cuando leo cosas como las de arriba pienso que quienes las escriben, al consultar la palabra DEMOCRACIA lo hacen en un diccionario de latín y no de griego. DEMO como «demostrar», «manifestar», justificando así el «accionismo». Bajo este punto de vista les entiendo. Entiendo que no tengan el más mínimo respeto por las propiedades de otros y mucho menos por las fuerzas opresoras: los Cuerpos de Seguridad del Estado. Imponer una idea por métodos violentos? Eso me suena!
Caemos en la espiral de la insensatez y no nos damos cuenta.
Ojo: La idea de la Renta Básica surge de una matriz netamente liberal. Fue propuesta, en 1789, por Thomas Paine, uno de los activistas de la Independencia Norteamericana. En los años 80’s el economista Friedman reformuló la propuesta como ‘Impuesto negativo’.