Si hacemos caso de lo que nos cuenta August Hanning, presidente del BND (Bundes-Nachrichten-Dienst, el CNI alemán), resultaría que Bin Laden no está en la cárcel porque supo utilizar de forma envidiable su dinero y la inocencia de los americanos.
Me explico. El prestigioso diario germano Handelsblatt publica, en su versión On-Line, un adelanto de lo que mañana seguro que hará furor en los quioscos alemanes: Bin Laden pagó para seguir libre. Según el bueno de Hanning, cuando Bin Laden se encontraba en Afganistán pudo haber sido detenido. Los servicios secretos americanos creyeron entonces oportuno encargar a las milicias afganas tal acción. A las puestas de Tora Bora, con Bin Laden acorralado, éste sacó el monedero y solucionó la vida de los milicianos a golpe de cheque y, de paso, la suya propia.
No tengan prisa en leer la noticia en alemán (aquí). Estoy seguro que mañana la tendremos en español. Es que estos americanos no dan ni una!
No apenas se hizo con Pearl Harbour y con el Maine. Se hundió un barco brasileño para acusar a los alemanes y que Brasil dejase su neutralidad y entrase a favor de los aliados, con fuerzas y aeropuertos(esenciales para enlazar con África y luego con Europa).
Así pues es algo ya antiguo, y no es casual que la familia Bush sean petroleros y representen a tal lobby y al mismo tiempo suba sin parar el precio del crudo.
Creo que cualquier posibilidad es pausible. Desde que Bin Laden haya sido asesinado a sangre fría o muerto en acción militar y no se muestre su cadáver por no convertirlo en un mártir, hasta que esté cobrando dinero de la propia CIA. Resulta sospechosa la manera de entrar en guerra de los EEUU llámesele voladura del Maine, Bombardeo ¿sorpresa? de Pearl Harboort, o la voladura de las torres, cuyos autores fueron dejando un rastro tan profundo como las pisadas de una manada de elefantes que los analistas no ¿supieron? interpretar. Creo que a quien más comviene esta guerra es a los intereses petrolíferos y la industria armamentística estadounidense (recuérdese el hecho de que Unicom, gobernando los talibanes en Afganistan, mantuvo contactos para trazar un oleoducto que trajera petróleo de los pozos de antiguas repúblicas soviéticas. Quizás no sean tan ilusos como nos hacen creer…
Bromas aparte, según cuenta Bob Woodward en su «Bush en Guerra», la creación de redes de inteligencia en Afganistán choca con la inveterada costumbre de los afganos de venderse al mejor postor -es gente que, muy cabalmente, no reconoce más jefe que uno mismo-. Así no hay quien soborne como Dios manda, claro.
Y es que en cuanto se sale de Berlín Oriental, la vida se complica.
Debe ser ya una especie de leyenda urbana porque he leído la misma historia protagonizada en unas versiones por el Special Air Service británico y en otras por el Special Air Service Regiment australiano: Fuerzas especiales aliadas tienen supuestamente a Bin Laden localizado en un valle del sur de Afganistán y piden ayuda a los estadounidenses para lanzar una operación yunque-martillo. El terreno es escarpado y los talibanes están bien atrincherados. Entonces el mando estadounidense pide tiempo porque el «honor» de capturar a Bin Laden ha de caer en fuerzas estadounidenses y porque la operación se vaticina dura y cruenta. Y quieren desplazar a la zona fuerzas de la Alianza del Norte. En el tiempo que el mando estadounidense regatea con los afganos aliados y agrupa fuerzas para lanzar el asalto, los talibanes con Bin Laden se esfuman…
Y si no los Sirios o los Pakistanies.Es lo que tiene el dinero ,que a la hora de la verdad ,le gusta a todo el mundo.