Del nuevo número de la revista «Arbil» hay varios artículos a destacar. Yo me quedo con una apreciación política y geoestratégica de nuestro vecino del sur:
1. Marruecos mantiene reivindicación de soberanía sobre territorios españoles – Melilla, Ceuta y los peñones e islotes adyacentes – que jamás pertenecieron a Marruecos. Es aquí de obligado recordatorio la diferencia sustancial que media entre la infundada reclamación marroquí y el contencioso gibraltareño entre España y Gran Bretaña: Gibraltar fue durante siglos territorio español y el Tratado de Utrecht, fundamento jurídico de su cesión, ha sido permanentemente violado por los británicos desde el mismo instante de su firma.
2. Marruecos disfruta de una privilegiada relación con Francia. Sobre el papel Francia es socia de España en la UE y aliada en la OTAN, por más que sus actos parezcan desmentirlo en cuantas ocasiones surgen diferendos hispanomarroquíes. En el plano del comercio exterior un observador poco informado podría llegar fácilmente a creer que es Marruecos quien pertenece a la Unión Europea y España un simple país tercero. El globo sonda marroquí en forma de intentona invasora de Perejil en julio de 2002 contó con la pública y no disimulada complacencia de nuestro vecino del norte, que vetó la redacción de una nota de respaldo de la Unión Europea a España. Sustancialmente poco parece haber cambiado desde que en 1925 el cabecilla rifeño Abd-El-Krim, que huía del avance del ejército español, asesinó vilmente a todos nuestros compatriotas prisioneros y se acogió plácidamente al exilio que le brindaron las autoridades francesas
3. Marruecos no forma parte de la OTAN, ni falta le hace, pero siempre ha existido una alianza no escrita con los EE.UU. hasta junio de 2004, en que dicho lazo dejó de ser tácito para convertirse en la declaración formal del reino alahuita como “aliado militar preferente” de los EE.UU. Téngase presente que tanto España como Marruecos son compradores de material bélico a los EE.UU., pero todo país que adquiere armamento estadounidense viene obligado a firmar una cláusula en los contratos de adquisición por la que renuncia a usar dichas armas contra terceros igualmente clientes del tío Sam. Además, el rearme marroquí en los últimos años es sencillamente espectacular y la procedencia de sus importaciones diversificada, mientras nuestro presupuesto defensivo no deja de reducirse y las “joyas” de nuestra Fuerza Aérea (y únicas merecedoras del apelativo de “fuerza”) son de fabricación norteamericana. Quien dude de la relevancia del criterio useño en la sinuosa relación hispanomarroquí debería de recordar que la ministra Ana Palacio declaró con gran énfasis durante la crisis de Perejil que se trataba de un asunto “estrictamente bilateral” pero su colega Colin Powell en mayo de 2004 reveló que su mediación en el conflicto fue solicitada por la propia Palacio.
4. Marruecos ha sido el protagonista de todas las agresiones bélicas contra España en los últimos cien años: campaña del Rif, guerra de Ifni y escaramuza de Perejil, así como de la calculada provocación del Sahara en 1975 que España zanjó en la forma más indigna y vergonzosa de cuantas eran posibles. Mientras los hechos corroboren la identificación de la monarquía alahuita con las tesis tradicionales del Istiqlal sobre el “gran Marruecos”, la última agresión siempre podrá ser considerada en realidad como la penúltima.
Y que cada uno saque sus propias conclusiones. El artículo completo se puede leer aquí.
Marruecos es el complexo de Espana, nacion de burros
Buen post, sí señor.