No sería la primera vez que manifestase públicamente mi «no militancia religiosa». Bautizado católico llevo unos años más fuera que dentro de la Iglesia. Tengo mis razones.
Pero eso no quita para que pueda levantar la voz contra la marginación sistemática de la enseñanza de la religión que se pretende articular desde el gobierno. En una sociedad plural han de desarrollarse políticas encaminadas a facilitar la igualdad de oportunidades para todos. Independientemente de que soy un defensor absoluto de la enseñanza privada y el cheque escolar veo atónito cómo los burócratas de turno se empeñan en manipular su «coto privado de caza» antes llamado «sistema de enseñanza público».
Valores. Se trata de inculcar valores. Educar en valores. No lo perdamos de vista.
A mí, como padre que soy, no me da igual (ni mucho menos!) qué tipo de valores les son transmitidos en la escuela a mis hijos. Y que no me vengan con falacias. Lo que hoy llaman «solidaridad» lo llamaba mi madre «amor al prójimo» y no termino de ver la diferencia.
El huerto al que llevan Chirac y Schröder un día sí y otro también a Zapatero está pasando de ser un vergel a convertirse en un berenjenal extensivo. Todos igualitos, en línea, calladitos y socialdemócratas que es lo suyo. Por supuesto laicos (mejor ateos, ya lo decía Marx) y obedientes a las consignas del estado, que para eso pagamos impuestos.
La coalición de socialistas y verdes alemana acaba de tener una idea ultimativa de clara inspiración «gaiana»: erradicar las clases de religión y substituirla por algo llamado «Vida, Etica y religiones». Es un buen truco, pues en el nombre de la asignatura aparece la palabra religión. El problema viene cuando se lee el temario de la asignatura y se descubre que, al capítulo dedicado a «describir las corrientes religiosas del mundo» se le dedica el 20% del temario. El 80% restante se dedica a «implantar los valores sociales y democráticos de integración social», incluyendo para ello elementos tan interesantes para la formación moral de los niños como la meteorología, por ejemplo.
Las conferencias episcopales católica y evangélica ya han puesto el grito en el cielo. Y lo han hecho de forma contundente. Intuyen las intenciones monopolistas del estado. No se van a conformar con poner el grito en el cielo, pues saben muy bien que en el cielo no hay ni verdes ni sociatas. Están preparando un recurso ante el Tribunal Constitucional alemán porque ven peligrar la garantía del derecho a la libertad de confesón religiosa. Y no van a estar sólos. El CDU ya ha anunciado que se unirá al recurso.
Ahí lo tienen, señores Blázquez y Rajoy: las iglesias y los partidos cristianodemócratas juntos defendiendo sus intereses. No en el cielo, aquí, en la tierra, en los tribunales.
Tomen nota.
San Groucho, lo de la «no militancia religiosa» no es más que un eufemismo que me ahorra decir que soy católico «nada practicante».
Carolina: totalmente de acuerdo. Comparto la, hmmm, «no militancia religiosa» de la que se habla en este artículo, pero, aún así, creo que no podemos entender nuestra cultura, nuestra historia, nuestra música… en suma, nuestra Civilización, si no miramos a sus raíces religiosas.
Salvando las distancias y con unos cuantos matices de por medio, yo parafrasearía a Oriana Fallaci y me declararía «ateo católico».
Groucho, es cierto que las enseñanzas de los valores éticos y morales, las debemos de dar los padres principalmente, pero la escuela puede ser un buen complemento ya que nuestros hijos tienen allí su actividad social, y sobre religión aúnque solo sea por cultura, se debe de tener conocimientos ya que ha tenido un papel fundamental en la historia de los pueblos.
Digo yo… ¿y si en la escuela pública se enseñaran, simplemente, cosas más o menos inopinables u objetivas, como Matemáticas, Física, Biología o Geografía, y se dejara la cosa de los valores y la ética en manos de los papases?
Personalmente, estaría más tranquilo si me fío mucho de la persona que vaya a inculcarle según qué cuestiones éticas a mis hijos. Y si somos su mamá y yo, incluso mejor.
Si los padres estiman conveniente que su mozo tenga una educación inspirada en los valores católicos, que le apunten a catequesis y que, sobre todo, prediquen con el ejemplo en casa (si yo soy bueno y honrado, es razonablemente probable que mis churumbeles sigan una senda similar; vamos, digo yo…). Que es, parésceme a mí, como los niños aprenden todo lo que no tiene que ver con las capitales bálticas, la integral de Riemann y las mitocondrias…
A todo esto ¿se siguen enseñando esas cosas en los institutos, o ya han retrocedido hasta el pre-parvulario, y ahora aprenden a leer sin silabear a los 15 años?
Qué anticuado me estoy quedando, cachislamar…
Es curioso, pero en España los centros privados con subvención, son los que siempre están llenos, donde sobran plazas es en la enseñanza puramente pública, los padres quieren llevar a sus hijos a centros privados y los enseñantes quieren trabajar en centros públicos (están mejor pagados y con menos carga de trabajo) por otra parte, las estádisticas de la selectividad igualan el número de aprobados entre los alumnos de la enseñanza pública y de la privada, luego no es el nivel de conocimientos los que buscan los padres, es desde luego otros valores.
(como madre) Estoy de acuerdo con Agados, en que los colegios privados, generalmente en manos de religiosos en España deberían de ser totalmente privados, pero eso limitaria a un sector de la población por sus recursos y los colegios religiosos tampoco quieren eso porque fracturaría aún más la sociedad y en cierto modo no les falta razón .
El famoso cheque escolar es impensable, si se dá libertad al ciudadano, el estado perdería la facultad de meterse en nuestras vidas y en nuestra educación que es lo que más les gusta, así que hablar de eso es perder el tiempo
corregidme si me equivoco, pero el cheque escolar significa asignar una cantidad de dinero a cada persona en edad escolar de forma que el dinero sea ingresado en el colegio que los padres decidan.No se por que desde la izquierda que tanto le gusta eso del «espiritu de Porto Alegre» y los «presupuestos participativos» no ve con buenos ojos la medida.A no ser que sea por los sindicatos de enseñanza que desde luego no ven bien que los colegios compitan entre si para captar alumnos.
Por otro lado aunque las competencias estan transferidas no he visto que se aplique en ninguna CCAA gobernada por el PP.
Saludos, Agados! Exacto, ésa es la consigna: privatización, nada de componendas y medias tintas. En RL hay unpar de expertos que deberían explicarme con detalle lo del cheque escolar. Lo digo, por que una enseñanza sólo privada no aseguraría el acceso de TODOS a la misma. Y yo, sinceramente, eso no lo veo como muy liberal. Es uno de esos temas que no tengo nada claros.
Tal vez si la Iglesia apostase también por la privatización de la enseñanza se acabarían sus fricciones con el Estado. Pero mientras pretendan aprovechar la estructura educativa estatal no quedará otro camino que la negociación más o menos tensa entre burocracias.
Un saludo, Luis!
Un buen ejemplo para importar. 😉
stephen, no se trata de templos diferentes. Si la enseñanza es obligatoria y en ella se imparten valores éticos y morales, yo tengo derecho a poder elegir qué tipo de valores reciben mis hijos en la escuela. Luego en casa puedo hacer, como bien dices, lo que quiera: catequesis, meditación, yoga… Pero en la escuela la «oferta» ética debe de ser plural. Y si no pueden pagarlo, que mejoren las condiciones de la concertada.
Es logico que el estado quiera imponer su programa en sus templos y a sus mas receptivos subditos:los niños.
Lo que no entiendo es por que los catolicos y los evangelicos quieren imponer su programa en esos templos cuando ya tienen los suyos propios.
Quiero decir que comprendo que se quejasen si el Estado prohibiese la enseñanaza del programa evangelico en lso templos evangelicos pero esto no ocurre asi y tu puedes apuntar a tu hijo a las llamadas catequesis.
No me parecereria bien volver a la edad media y quer el Estado/Rey pudiera impartir su programa en los templos catolicos o evangelicos.
No parece buena la mezcla de propagandas en templos mezclados.
Cada templo con su propaganda.
Un artículo estupendo. Me lo he leído con la máxima atención. Gracias.