Descansando

No se puede estar siempre pendiente de la política.

Ya no fumo, pero enciendo mi cigarrillo y le digo al caribú: Hemos tocado el tema así de costado, sin entrar en él. Lo hemos evitado, como siempre.
El caribú raspó la nieve con la pata y dijo: «C. lo abordó desde una perspectiva increíblemente real. La de la guerra, la del hombre solo que sigue adelante aún con la muerte bailando a su alrededor, riéndosele en la cara, llorándole, haciéndole muecas… »
Tarde de primavera en las estepas del Polo Norte. Donde todavía no hay guerras. Donde los ancianos aceptan la muerte, abrazan y besan a su familia y se van hacia la noche, solos en su bote.
No contesté.
«Leí ese libro acerca de los egipcios – prosiguió el ciervo – una novela que trataba en penetrar en el pensamiento de aquellas gentes. Las metas materiales humanas de hoy son para la gran mayoría quizás una casa, quizás una sólida cuenta bancaria, quizás algo de tierras… Cosas que les hacen sentir cierta seguridad ante los caprichos del destino. Para los egipcios, la meta era construirse una tumba adecuada para su alma eterna.»
Le doy una chupada al cigarrillo para reavivar el fuego: – «Sin dudas estamos mejor hoy. Sus preocupaciones eran para la muerte. Nosotros nos preocupamos para la vida.»
El caribú sonrió: – «Debo continuar, dijo, nos vamos al norte como todas las primaveras ¿Ves? también nosotros nos preocupamos para la vida, la muerte ya vendrá, quieras o no. No hay que sentarse a esperarla.»
Lo ví alejarse dejando huellas en la nieve. Acomodé mi espalda en el árbol y abrí el grueso libro. Un libro sobre muerte, guerra y maldad. Mucha maldad. Terrible, pues todo es verdad. Lo menos que puedo hacer por las víctimas es saber su historia. Cuando lo termine ya hablaré de él en el blog.
Escucho risas y veo un grupo de niños lanzándose bolas de nieve bajo cielos limpios. Ay, si fuéramos capaces de dejarles un mundo mejor…

Lo acabo de leer aquí. Lo mejor es que, en casa de Doc, hay mucho que leer.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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4 comentarios

  1. Stephen.
    Esa es una posibilidad totalmente cierta, más en algunos lugares que en otros.
    Depende de qué tal haya funcionado el sistema educativo en los padres de esos niños y en esos niños en los últimos cuarenta años.
    Els sitema educativo formal, en colegios y aulas, y el sistema educativo informal, en las calles, las radios, la tele, los diarios, en el supermercado, etc…
    Incluso a pesar de todo eso, sigue siendo una posibilidad, más baja, pero siempre existirá, por eso (y has dado un excelente ejemplo) existe Policía en todo país, sistema, cultura y civilización del mundo.
    Se hace indispensable ante la siempre posible existencia del estúpido o del loco de turno.
    He manejado en Medio Oriente Oriente donde nadie cumple ley ninguna en el tráfico – bueno, un porcentaje bajo las cumple, y en Canadá donde las cumple un 90% de los usuarios de las carreteras.
    Educación, de la formal y de la otra.
    Claro, en Canadá tampoco falta el imbécil de turno que quiere aprovecharse del sistema.
    Para esos casos está la Policía.
    No hay que vivir en un extremo u otro – todo es cuestión de grados. Diferentes grises.
    Buen aporte!

  2. De repente uno de los niños decide divertirse de otra forma y cuenta al resto su plan.Iran al puente que hay en el km12 de la salida a3 de la ciudad y disparan bolas a los coches.Dicho y hecho.En poco tiempo un accidente que implica a 4 coches mata a 3 personas y deja 6 heridos.Una forma como otra cualquiera de terminar un dia como muchos otros.
    Ay si primero pudieramos saber como hacer un mundo mejor…

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