Tal día como hoy hace un año, el entonces jefe del Gobierno español José María Aznar lanzaba una afirmación que provocó no pocos comentarios jocosos en media Europa: hay por una parte, una Europa con países como España que crecen y crean empleo, a lado de otros estados como Alemania que no controlan su presupuesto y se encuentran en franco declive. Tales palabras, de la boca del jefe de Gobierno de uno de los países más pobres de la UE en el momento de su ingreso, resultaban, cuando menos, temerarias. El problema radica en que Aznar tenía razón.
Según los cálculos del rotativo Die Welt, en el 2011 España habrá superado a Alemania en nivel de renta per cápita. El estudio recién publicado del Deutsche Bank Research es aún más tajante en su conclusiones: «si seguimos como en los 20 últimos años, Alemania podría pasar a ser pronto beneficiario neto de la Unión Europea. España, Irlanda, Francia y Gran Bretaña serán los motores de la economía europea en los próximos 10 años ”.
«España, que hizo en los últimos años grandes inversiones en educación y mercado laboral y que se establece cada vez más como puente comercial entre Europa y América Latina, recogerá los frutos de esta estrategia durante los próximos años». Según los cálculos del Deutsche Bank Research, el país podría dejar detrás en renta per cápita a Alemania y también a Gran Bretaña en un plazo de 7 años.
Y yo me pregunto: nos ponemos a tirar juntos de esta cuerda? o nos ponemos a discutir qué guantes poner, quién dice «a la de tres» y porqué yo estoy de cuarto y no de sexto en la fila.