Estaba yo esperando a que todos los partidos políticos presentaran una postura oficial y definitiva sobre el tema «Constitución Europea», pero está claro, que si sigo esperando nos van a dar las uvas. Resulta que ya en Enero de este año había quedado clarito, que el SPD (Partido Socialista Alemán) no estaba por la labor de celebrar un referéndum. Es curioso que sea precisamente este partido el que se muestre tan contrario a la celebración de dicho referéndum, pues ellos son los iniciadores de una nueva ley alemana para regular, (mejorar, facilitar, estimular, dicen ellos) la participación de los ciudadanos en las decisiones del estado. Los Verdes fueron los primeros en darse cuenta del contrasentido, y lo denunciaron por lo bajito. Nunca sabremos el precio que tendrá el acuerdo final alcanzado por SDP y Verdes: la Constitución Europea no es cuestión en la que deban participar los ciudadanos, por lo que la nueva ley de «Consultas populares» se debatirá (y aprobará) después de que el Parlamento alemán haya bendecido el «nuevo contrato europeo». Todo muy democrático.
Lo malo es que la oposición no estuvo al principio fina y no entendió ( o no quiso entender) la maniobra. El CDU dijo amén y sólo los Liberales (FDP) y los ex-comunistas (PDS) levantaron la voz.
En el seno del partido liberal (FDP) hay división de opiniones. Es típico de este partido permitir que sus miembros mantengan posiciones diferentes sobre temas puntuales. En lo que están todos de acuerdo es en reclamar un referéndum, porque la voz la tiene el pueblo, y no los políticos.
El PDS (antiguos comunistas de la ex-DDR) argumenta en dos direcciones: un no claro y rotundo a la «Contitución neomilitarista de Europa» y exigencia de un referéndum, que, como ya digo, no se va a celebrar.
Y por fin el CDU, que mantiene una línea oficial en favor de la Constitución Europea y no tiene demasiado interés en una consulta popular. Pero es en el seno de este partido dónde empiezan a haber serias fisuras conceptuales. Una de las cunas del liberalismo alemán, como corriente política, es Baden-Württemberg. Aquí, y en contra de la opinión del señor Stoiber, empiezan a escucharse voces serias en contra de la Constitución Europea. Las voces empiezen a tener un tono muy serio y reclaman nada menos que una nueva conferencia de Jefes de Estado para recomponer, incluso hacer un nuevo «Contrato de Constitución», como ellos lo llaman. Los motivos son los siguientes:
1.- El texto actual no prevee la posibilidad de grandes cambios en las estructuras de la Unión.
2.- Aumento de la burocracia y de la dependencia de Bruselas.
3.- Aumento de la concentración de poder en Bruselas.
4.- No se define una partición de poderes democrática.
5.- Los Parlamentos Nacionales pierden independencia.
6.- No se hace refrencia a la «circunstancia» cristiana de occidente.
Está claro que en el seno del CDU hay más liberales casi que en el FDP mismo, lo cual no deja de ser interesante.
Las cervezas no están tiradas todavía y ya se suben a la cabeza, que dirían por aquí. El tema traerá cola.
Para redondear, añadir que, por fin, y desde la óptica del Gobierno germano, España es ejemplo a seguir. Seremos los primeros en decir que sí a la nueva Contitución. Eso dicen por aquí.
Lo malo es que la frase del día en la prensa Alemana es una de las más penosas del señor Zapatero: «España descubrió Europa más bien tarde, ahora queremos ser los primeros en este proceso de integración» Toma lección de historia. Ahora resulta que España era un ente «acontinental» y su historia desligada de Europa. La acabamos de descubrir.