Hasta no hace mucho tiempo los comentarios de la prensa alemana eran más bien condescendientes con las inquietudes del nacionalismo vasco. ETA no era un grupo terrorista, sino sólo una asociación separatista. El internet germanohablante está lleno de referencias a la lucha del pueblo vasco por su legítima independencia. La propaganda batasuna siempre ha podido más en los suburbios cibernéticos que las posiciónes oficiales de los gobiernos español o alemán.
Es la Prensa escrita la que ha dado un giro notorio, en los últimos dos años, optando por posiciones más constitucionalistas y fieles a la realidad del país. Ello se debe en parte a la meritoria labor de información del corresponsal en Madrid del Frankfurter Rundschau. El señorMartin Dahms ha sabido mantener un difícil equilibrio entre la información objetiva y sus comentarios políticos. Éstos últimos de claro corte liberal. En ésta ocasión se asoma hoy al periódico con un artículo que considero presenta el problema a los lectores del FR de forma muy objetiva y fundada. La principal conclusión tras la lectura del mismo: la mayoría de los vascos no está por la labor independentista; el victimismo no está justificado.
Les dejo con el link. Si alguien tiene interés en todos los contenidos, intentaré una traducción somera. Valga de muestra un botón:
«… Doch alle Rhetorik kann nicht verbergen, dass er nur fürs halbe Baskenland Politik macht. Gut die Hälfte der Basken hält die Zugehörigkeit zu Spanien, auch wenn es nie ein eigenständiges Baskenland gegeben hat, für einen historischen Unfall. Die andere knappe Hälfte der Basken fühlt sich dagegen gut aufgehoben im Schoße Spaniens. Mit seinem Plan reißt Ibarretxe die Brücken zwischen beiden Gesellschaftsteilen ein. »
«…A pesar de ejercicios retóricos, no puede ocultar (Ibarreche) el hecho de que sólo hace política para medio Pais Vasco. Más o menos la mitad de los vascos opinan que, a pesar de no haber existido nunca un Pais Vasco independiente, la pertenencia a España es un accidente histórico. La otra mitad (knappe= casi) de los vascos se sienten sin embargo muy a gusto en el seno de España. Con su plan, Ibarreche rompe los puentes entre esas dos sociedades.»