Al calor del #Brexit y las próximas elecciones al parlamento en esa cosa llamada «Reino de España» escribo estas línes, rompiendo mi silencio internaútico de varios meses.
La gente vota, y lo normal es suponer -creer- que la gente vota lo que quiere porque sabe qué es lo que quiere. Y no le den más vueltas. Todos acertamos muchas veces, y todos nos equivocamos otras tantas. Estoy de acuerdo con los que hablan de «sociedad formada» en lugar de «sociedad informada», pero no estoy de acuerdo con quienes creen que los que votan diferente de como uno mismo lo hubiese hecho son descerebrados o zombies. No es cierto.
En la Europa de hoy – curiosamente, como en la de ayer – hay quienes tienen, quienes no tienen, quienes son y quienes parecen. Hay quien tiene una empresa (o ha heredado un capital), o ha sabido desarrollar sus facultades de forma que le permiten obtener de su actividad unos beneficios monetarios que se traducen en altos nivles de vida y confort. Un buen empleo, una casa «full», unas cuentas saneadas…. Hay quienes no tienen, por no haber sabido (algunos por no haber querido) manejar sus capacidades adecuadamente o por no haber podido hacerlo debido a circunstancias ajenas a sus voluntades. Les falta dinero a fin de mes (o carecen del mismo), soportan un sinnúmero de deudas o simplemente han caído en la indigencia más absoluta. Aunque creo decididamente que el esfuerzo personal contribuye a estar más cerca de los primeros que de los segundos, no puedo obviar el hecho de que todos somos en alguna medida dependientes de nuestro entorno, existe un «affordance» que nos afecta de forma determinante y puede favorecer o impedir nuestra voluntad de prosperar o simplemente de alcanzar nuestros objetivos.
Es pues, en la inmensa mayoría de los casos, la relación entre las propias aptitudes y las circunstancias «ambiente», el medio social, la que determina en qué medida perteneceremos a uno de esos dos grupos. El interés de ambos sectores sociales debería centrarse, en consecuencia, en minimizar en lo posible los efectos distorsionadores de la «circunstancia ambiental». Recordemos que la «presión social» artificialmente generada desde una hipotética instancia onmisciente apenas llega para LIMITAR los resultados que los que tienen -con las consecuencias desmotivadoras y la «educación» en la evasión que ello conlleva- sin poder SATISFACER en ningún caso las legítimas aspiraciomnes de la mayor parte de quienes no tienen. Creímos que la «lucha de clases» era cosa del pasado, gracias a nuestro modelo de «estado social del bienestar» y de pronto vemos como nacen los populismos de todo color como setas. Los que tienen reclamando menos limitaciones a su actividad y beneficios, los que no tienen reclamando más oportunidades y privilegios que, por sí solos, no podrían alcanzar. El modelo social actual, el que determina nuestra «affordance», no sirve a los propósitos de nadie.
De nadie? Les comentaba líneas arriba que también están los que SON y los que PARECEN. No son grupos de composición diferente a los dos anteriores: encontraremos entre los que tienen a gentes que son emprendendores, excelentes y trabajadores, pero también a quienes sólo lo parecen, pues en realidad, medran con el esfuerzo, la excelencia y el trabajo de otros. Y no me refiero precisamente a los banqueros o los malvados capitalistas en general. Algunos de ellos se encuentra en el grupo de los que parecen. De igual modo que lo hacen TODOS los burócratas y políticos dedicados exclusivamente a la administración – por el bien de todos, dicen – de lo que poseen los que tienen. Aquellos que parecen defender los supuestos derechos de quienes tienen y quienes no tienen son los únicos que se sirven del actual sistema social para su propio beneficio de forma realmente efectiva. Tan efectiva, que no sólo genera un beneficio personal, también genera PODER. Y el poder es la mejor moneda de cambio a la hora de mercadear favores. Es a la sombra del poder que nacen el corporativismo – siempre abusivo – , la corrupción y el mendicalismo institucionalizado, ése que se nutre de «derechos» inevitables para poder superar los inconvenientes de la affordance social que los que PARECEN no cambiarán nunca pues viven de ella y para ella.
La gente no lo dice con mis palabras, evidentemente, pero acude a las urnas y vota DIFERENTE, porque se huele que hay algo en el sistema que no funciona. Lo que la gente no sabe, es que voten a quien voten, siempre lo estarán haciendo a quienes PARECEN, por que los que SON, créanme, están muy ocupados con sus propios problemas.
Libertad y prosperidad!
Hola Luís. Encantado de volver a verte por este blog que parecía en barbecho. La verdad es que, convencido de que esto se terminaba, iba a colocar un comentario de agradecimiento en la última entrada, dirigido a todos los que desde aquí, durante muchos meses –ya años-, me habéis proporcionado consuelo de país, y también conocimientos. No quito a nadie para ahorrarme el poner a todos.
El artículo impecable. Sin embargo, como se apunta en un comentario, los liberales seguimos fracasando.
Últimamente me gusta pensar que la solución no está en las ideologías –una venda más, muy útil, para entretener al pueblo con el nuevo opio- sino en la capacidad real de actuar de los colectivos. El poder utiliza
la informática para controlarnos cada vez más, sin complejos, a un nivel que ya ni imaginamos. Unos pocos controlando a millones. Y éstos, sin querer hacerlo al revés mediante la misma herramienta. Hasta que algún día –eso espero- una de esas personas que son, aunque no parezcan, cree una herramienta cuya implementación sea imparable y que suelte las manos de los que ahora sólo son usuarios manipulados.
Cuando lo que quieren es vendernos cosas, bien que existen ya herramientas que averiguan en tiempo real cuáles son nuestras querencias para ponernos la tentación frente al morrito.
En política estamos en el siglo XVIII con armas del XXI.
Saludos a todos.
Como solo he vivido en España no conozco más que la burocracia española, y parte de ésta la conozco de 1ª mano.
Estoy completamente de acuerdo con el autor del art. que en general, la burocracia está incluida en el grupo de los que parecen, solo un escalón por debajo de los políticos profesionales. De hecho, salvo por el aburrimiento, ser burócrata es un trabajo con unas condiciones generales claramente por encima de la media: salario, seguridad, horario, etc, etc.
Dicho lo anterior, tengo la firme sospecha de que la burocracia es el peaje que toda sociedad avanzada debe pagar por el mero hecho de formar un grupo organizado, que es el requisito fundamental que debe cumplir cualquier grupo para prosperar.
Sería interesante que los que viven en otros países, como el autor del art. dieran su visión sobre el nivel de burocracia que sufren/gozan en el extranjero, para comparar con la que sufrimos/gozamos aquí.
Más que nada, no vaya a ser que, si como sospecho, la burocracia es consustancial con las sociedades avanzadas, (algo así como la obesidad) nos estemos quejando de puro vicio.
Sé que es un tema menor en su articulo, pero cada vez que oigo o leo a un «liberal» español o latinoamericano tronar contra la burocracia, se me cae el alma a los pies.
Aleja, en el imaginario popular, al liberalismo del Gobierno, cuando es el liberalismo el que creó el Estado contemporáneo.
Adam Smith defendía con ardor la legalización de los sindicatos, y consideraba mucho mas peligrosas para la ciudadanía a las organizaciones patronales.
Así el liberalismo queda reducido a una parodia de sí mismo, a una ideología anti-estatista, a un anarquismo primitivo, en vez de ser y anunciar una ideología que ofrece otro modelo, un modelo Superior, mejor para todos, de Estado, de Ciudadanía, y de Burocracia Publica. (Que la teoria y modelos de la Burocracia Privada ya están muy trabajados, en especial desde la teoría de la empresa de Coase).
Y allí se encuentra la parodia del Liberalismo con otras corrientes igualmente desquiciadas. Sólo que con nulas opciones de gobierno.
Traigo a colación una frase reciente de Pablo Iglesias: «Ni los mediocres ni los burócratas podrán impedir un gobierno del cambio».
Muy buen comentario.
¡ Por fin ha vuelto a su blog, Don Luis !
Espero que no vuelva a irse de nuevo, que yo, al menos, los que no frecuento FB, ni el pajarito, le echaba muchísimo en falta.
Y decir que aunque he tenido que trabajar duro, y sacrificarme toda mi vida, para sacar fruto a «los talentos que los dioses, y mis ancestros , con sus trabajo y sus genes me hubieran transmitido», vivo bien, y pago muchos impuestos, y que lo haría mucho más contenta, si no viera que esos impuestos míos se gastan en burocracias absurdas, en subvenciones disparatadas, en vez de en lo importante , o sea,
En un colchón para que aquellos a los que los dioses no hubieran sonreído, puedan dormir a cubierto, ducharse cada día, tener ropa limpia, no pasar hambre, ni frío, ni sed, aunque fueran unos borrachines y unos vagos.
Y para las cosas esenciales, como policía, ejército, infraestructuras necesarias…
Pues eso
Que muchas gracias por volver a este su blog.
Y que un abrazo
María Maestre Urbina
( nada que ver con Rita )
Un saludo Viejecita, a ver si consigo prodigarme un poco más en las próximas semanas.
Con el corazón en la mano comparto casi todo lo que dices, pero la cabeza y la experiencia vivida me cuentan que, a pesar de nuestras buenas intenciones, nuestro dinero termina en un 70% en las fauces voraces de la burocracia. Y eso debemos cambiarlo…. por nuestro bien, y el de los que no TIENEN.
Genial, admirable. Me ha gustado la cita final al corporativismo, porque
ahí está la madre del cordero. En España se le achacaba, a finales de los
setenta, el origen de muchos males del autoritatismo franquista: al
corporativismo.
Pero con el desarrollo del devenir democrático y la irrupción del nuevo
corporativismo de partidos y sindicatos, la palabra entro en desuso. Se
trata de ocultar la realidad. El ser y el parecer.
Gracias Blas. Efectivamente, la acumulación de poder en manos de unos pocos termina en corrupción, corportivismo y dictadura siempre. Es el camino de servidumbre famoso.
Como he dicho en mi comentario en Twitter, solamente puedo calificar el artículo con una palabra: Extraordinario.
Pero, dicho lo anterior, quiero hacer una puntualización, o más bien un añadido al artículo. Muchas veces esos políticos profesionales a quienes la gente vota, que todos simplemente se basan en apariencias para ganar el voto, están ahí porque los liberales que pueden hacer algo para evitarlo no lo hacen (no sé las razones, de verdad).
Te pongo un ejemplo. Yo intenté desde mi humilde blog, a través de apoyarme en una página que creeé de enlaces liberales, mostrar que en España hay liberalismo suficiente (y de sobra) para montar una alternativa liberal con expectativas de futuro. Pero para ello los diferentes partidos, asociaciones y corrientes liberales deben unirse en una sola opción política que aglutine al voto liberal e intente llegar a los que no son liberales. ¿El resultado? Unos cuantos comentarios positivos (pocos, la verdad) y otros cuantos «me gusta» en Twitter y Facebook. Nada más.
¿Qué opción liberal hay en España a quien apoyar? Ciudadanos es lo menos alejado del liberalismo (que ya es decir). Porque los liberales simplemente no quieren hacer el esfuerzo de unirse para ser una alternativa. Prefieren tener cada uno su minúsculo partido (en muchos de los casos ni se presentan a las elecciones, que ya es decir), que montar una coalición liberal en condiciones.
Con esos mimbres liberales, no es extraño que Podemos esté donde está (hay mucha gente que está hasta las narices del sistema y no sabe a quien votar, y por desgracia opta por lo peor antes que seguir con lo malo).
Y perdóname por usar tu blog como desahogo.
Un abrazo, Luis, y me alegro de volver a leerte.
Estimado José, ya sabes lo que pasa con estas cosas…. si realmente eres liberal, será difícil que te apuntes a una iglesia. Y por otro lado, iglesias liberales hay cientos…. todas «auténticas y verdaderas».
Complicado.
Pues nada…. a padecer Unidos Podemos…. que ellos sí se unen, sí.
Réplicas del Brexit.
William Oliver Healey lidera una iniciativa que llevan 134 mil firmas en unas horas, solicitando nuevo referendum. 100.000 firmas obligan a que sea debatido en el Parlamento. La web https://petition.parliament.uk/ se ha bloqueado esta mañana debido a los accesos. En 6 meses el número de firmas puede dispararse.
Piden que si no se
alcanza el 60% de una de las opciones sobre una participación mínima
del 75% se debe celebrar nueva consulta.
La verdad es que la participación fué ayer del 72% y la opción del Brexit llegó sólo al 51,9%. Bastaría que un 2% de votantes (640.000) del Leave hubiesen cambiado a Remain, y el resultado sería inverso.
Desde luego no parece razonable que en decisiones de esa magnitud se adopte el mitad más uno como baremo. Una especie de ruleta rusa que dejará a la mitad de la población frustrada.
Escocia reclama que ellos votaron 62% a Remain y exigen nuevo referendum de independencia.
Tambien en España asistimos estupefactos a referendums a la carta con iguales baremos del 50%. Como si el timón sólo tuviese dos opciones posibles. Al final los pasajeros acabamos siempre en las rocas. Y el piloto desaparece.
La idiotización populista provoca estas cosas. Acabaremos con comités populares en los quirófanos votando la extirpación o no del riñón del paciente
«Al final los pasajeros acabamos siempre en las rocas. Y el piloto desaparece.»
¡Qué razón tienes!
Muy buen comentario.
Dijo Gaudí: la democracia es el imperio de la ignorancia ( o algo así dijo…)
Bien traído FdW!
Si hubiese salido igual pero en sentido opuesto ¿que estarían diciendo los que ahora piden otro referendum si los que votaron irse pidiesen ls mismas mayorías para quedarse.
Gracias por tu retorno a la web. Valió la pena la espera. No andes hablando de Tocqueville por ahí porque algún Podemita te ensartará un puñal por la espalda.
Gracias Eduardo por tus palabras.
Si sólo fuesen los podemitas!