Ya siento la «postorrea», pero esto es interesante para los que siguen la discusión.
Un documento muy importante y muy claro. Clic.
Explica con gran sencillez la sucia gimnasia que ha hecho el IPCC en su informe de 2013 para ocultar los últimos avances en la «ciencia del calentamiento global». Que son buenas noticias, y por tanto no interesan. El calentamiento que se puede esperar por el CO2, usando la propia teoría del IPCC, es menor de lo que se pensaba. Bastante menor. Por dos motivos.
1. Mediciones.
La pausa del calentamiento durante más de 15 años, y los mejores datos que hay del calor que entra en el océano, han hecho que los cálculos basados en lo que se mide del calentamiento global, den una menor sensibilidad al CO2. Hasta ahora, el IPCC se basaba fundamentalmente en los modelos. Pero ahora, con más datos, han podido usar las mediciones de lo que pasa en realidad. Y los cálculos a los que llevan las mediciones indican un calentamiento entre un 40% y un 50% menor que los modelos.
2. Los aerosoles.
Son las partículas de contaminación (no CO2) que tiramos a la atmósfera. Se supone que enfrían el clima, contarrestando el efecto del CO2. Pero el margen de incertidumbre es muy amplio. Y los últimos estudios han reducido considerablemente el margen, con la conclusión de que ese enfriamiento es menor de lo que se pensaba. Y si lo que está contrarrestando el calentamiento del CO2 es menor de lo que se pensaba, quiere decir que el efecto del CO2 es menor de lo que se pensaba.
Cualquiera pensaría que eso les llevaría a corregir los modelos, que siguen basados en un enfriamiento de los aerosoles superior de lo que ven ahora. Pero no han podido, porque si lo hacen, los modelos no representan bien las temperaturas del pasado. Y eso no quedaría muy bien. ¿Si los modelos no valen, en qué se basaría la alarma?
Es lo que hemos sabido (y dicho) siempre. Que los modelos están «tuneados» para reproducir más o menos decentemente lo que sabemos de las temperaturas del siglo XX. Pero que eso no es ninguna garantía de que los modelos sean funcionales. Tenían demasiados parámetros ajustables.
Pero todo esto, que el IPCC conoce de sobra, está perfectamente oculto por su gimnasia verbal de siempre. Y oculto bajo capas y acapas de frases gloriosas, del tipo de un 95% de confiaza – mucho mejor que el 90% que teníamos hasta ahora. Solo que todas esas fantasmadas no tienen significado alguno, si alguien se molesta en tirar de los hilos del laberinto, y los sigue hasta el final. La función del IPCC no es «comunicar la ciencia», sino transformarla de forma que coincida con el mensaje deseado.
Era de cajón. El absurdo es absurdo. Pero hacía falta que alguien se tomara el trabajo de desentrañarlo. Lewis y Crok lo han hecho, y lo presentan en un documento de gran relevancia. Con un gran prólogo de Judith Curry. Probablemente se va a convertir en el eje de la discusión del clima en los próximos años.
Seguiremos comentando. WUWT también lo va a sacar en breve.
Se puede saber que es lo mismo por la dirección del enlace (que todavía no funciona):
Actualizo. Judith Curry ya lo ha sacado:
Watts también:
Y los enlaces al documento, en versión general (corta) y técnica (larga):
Actualizo 2.
Voy añadadiendo alguna cosa, que anoche me dormía. Por ejemplo, este gráfico. Muestra una comparación de los modelos, y de lo que se puede calcular desde las mediciones de la realidad. Los modelos son las barras azules, la raya roja las observaciones. El eje X marca el aumento de temperatura inmediato que habría al doblar el CO2 en 70 años (TCR). Luego habría más calentamiento hasta que el sistema se equilibrie pero más lento. El eje Y el número de modelos que dan cada resultado.
Se ve que hay modelos para todos los gustos, en un margen amplísimo. Asi que es una perfecta chorrada es que argumentan con tanta alegría, de que los «modelos se basan en leyes físicas muy conocidas». Es de cajón que para tener unos resultados así, se tienen que basar en algo más que en leyes conocidas. Y al final, lo que el IPCC no ha querido contar es en la última generación de modelos, hay 3 que dan un sensibilidad climática más baja que lo observado, y 27 que la dan más alta. Muy buenas noticias para el que se crea la tesis del IPCC. Pero las buenas noticias no interesan.
Y un cuadro resumen, que necesita explicación.
«Baseline» son los distintos «escenarios» de emisiones futuras. De pocas emisiones futuras (arriba) a muchas. Da los resultados de calentamiento hacia fin del siglo XXI, para la media de los modelos (CMIP5), y de las observaciones (TCR of 1.35ºC). Y los da por doble. Como aumento sobre la temperatura «preindustrial» (1850 – 1900), y como aumento sobre la temperatura de 2012 (los cuadros rojos). La última columna (dcha.), es el factor por el que hay que multiplicar las observaciones para llegar a los modelos. La exageración de los modelos, para los distintos «escenarios».
Actualización 3. Algunos alarmistas del consenso han reaccionado bien. Al menos, entre los que a pesar de ser muy «consenso», no se han contagiado por el ambiente cafre de la cúpula del IPCC. Por ejemplo, Richard Betts [–>], que comenta en el blog de Curry:
Me parece un paso positivo. El debate sobre el cambio climático antropogénico está por fin saliendo de las distracciones como si el calentamiento es «estadísticamente significativo», o si el calentamiento se ha ido, o si los humanos tienen influencia en el clima, y se mueve hacia el área donde debe de estar. Esto es, ¿qué fuerza tiene exactamente la influencia humana; qué podemos esperar en el futuro; y qué tipo de impactos / riesgos podemos implica?
¿Y qué llevan diciendo los malditos «negacionistas» desde el principio? Que no se trata de calentamiento sí / no, sino de cuánto calentamiento, y de cuánto importa. Pero Betts olvida que donde puede haber impactos / riesgos, también puede haber impactos / beneficios. Y olvida otra cosa fundamental. Este estudio da por supuesto que la tesis de partida del IPCC es correcta. Un efecto lineal de los «forzamientos» en la temperatura. Y tampoco contempla ciclos de largo plazo. No podría replicar el Período Cálido Mediaval, por ejemplo. Pero hay muchos motivos para pensar que esa tesis central no es correcta. O sea, que todos estos cálculos basados en observaciones le ponen un margen máximo al efecto del CO2; pero no un mínimo.
Actualización 4. (8/4/14, 12:30)
Un cuadro que sirve para comparar el histórico del IPCC respecto a la “sensibilidad climática”, con el estudio de Nic Lewis y Marcel Crok.
Gracias otra vez Plaza; es una fortuna poder leer a personas negacionistas tan enterados como tú. Saludos
Gracias Plaza 🙂
A salto de caballo iba. Voy a añadir un comentario de Richard Betts (calentólogo). Interesante.