Coalición CDU-SPD. Los diez puntos a negociar según el SPD (actualizado)

El partido socialista alemán mantuvo una reunión interna el pasado fin de semana cuyos resultados son de vital importancia para el futuro político de la República Federal Alemana. Tras los pasados resultados electorales, la victoriosa Angela Merkel vió cómo su mayoría parlamentaria era insuficente para gobernar, lo que ha obligado a la cúpula de CDU y CSU al diálogo con Verdes y SPD en las últimas semanas. Buscan una coalición que permita un Gobierno estable, un socio que substituya al defenestrado FDP. La negativa de los Verdes dejaba paso a los socialistas, que han decidido llevar adelante las conversaciones de pacto de gobierno, pero bajo una lista de condiciones. En cursiva resaltamos el análisis de Burrhus de cada una de estas condiciones y sus posibles consecuencias. 

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Merkel y Gabriel, condenados a entenderse

 

Estas que les traigo son las diez premisas que el SPD lleva a la mesa definitiva de negociación con los cristianodemócratas de Merkel:

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[li]»Queremos que  el trabajo en Alemania vuelva a dar frutos para todos. (…) Esto incluye, entre otras cosas la introducción de un salario mínimo nacional de € 8,50 euros por hora, la lucha contra el abuso de  subcontrataciones y trabajo temporal  y la abolición de los contratos limitados temporalmente que no estén debidamente justificados. «[/li]

La peor noticia de todas. Se nota que quien ha propuesto esta medida vive en la antigua República Federal Alemana. Hay tres factores a tener en cuenta con esta subida del salario mínimo: 

– Dualidad Este-Oeste. En Alemania no sólo existen salarios mínimos sectoriales (algo infinitamente más sensato que un salario mínimo general). Estos salarios mínimos, luego, son diferentes en función del Estado en el que uno se encuentre. El salario mínimo en el sector de la Gastronomía en un restaurante de Leipzig (antigua RDA) es menor que el del mismo trabajador en el mismo restaurante en Stuttgart (antigua RFA). En la antigua República Democrática Alemana tener sueldos de € 7,00 ó € 7,50 es muy normal en los trabajos no cualificados o de baja cualificación. Y aquí, donde las tasas de paro siguen siendo superiores al 10%, lo último que necesitan es un salario mínimo artificialmente alto. 

– Minijobs. Hasta ahora sólo se podía trabajar con un minijob y cobrar simultáneamente las prestaciones sociales correspondientes (desempleo, jubilación, etc) durante 15 horas y 450 euros semanales en trabajos no cualificados. Al imponer el salario mínimo, también habrá que reformular las cantidades mínimas del minijob. 

– Emigrantes. Sin duda, los más perjudicados por esta medida. Alemania es un país donde la adaptación resulta compleja y donde la mayor barrera es el idioma. Si a una persona que no habla el idioma se le pone esa barrera de entrada, su integración resultará mucho más difícil.  

[li]La pobreza en la tercera edad se debe prevenir de forma permanente. Después de una larga vida laboral, debe quedar una buena pensión sin deducciones. Queremos mejorar la seguridad de las personas con discapacidad adquirida. Nos esforzamos por una armonización definitiva de los sistemas de pensiones en Alemania Oriental y Occidental».[/li]

Esta armonización es imposible a día de hoy. Es como pretender armonizar los presupuestos del Real Madrid y del Rayo Vallecano. No se puede armonizar la pensión de un alemán de Baviera o de Hamburgo que ha trabajado durante 30 años, con alguien que haya vivido bajo el régimen comunista, donde la riqueza creada era irrisoria.

Bueno, corrijo: Esta armonización es posible si se crea un agravio comparativo entre los pensionistas de los diferentes Estados alemanes y se suben los impuestos a los trabajadores de hoy.

[li]La situación de los discapacitados y receptores de cuidados domiciliarios, sus familias y los que trabajan en la atención debe ser mejorada. «Queremos lograr estos objetivos mediante un aumento de las cuotas del seguro de atención de enfermería (Pflegeversicherung).»[/li]

Otra subida de impuestos. El Pflegeversicherung es una de las cuotas obligatorias que paga todo trabajador. Se da además una peculiaridad: Este tipo de trabajos están relativamente mal pagados aquí en Alemania (aquí también suelen trabajar emigrantes y estudiantes). Personalmente, me conformo con unos salarios libres, y que por tanto se ajusten rápidamente a la demanda real. Y ciertamente existe un problema de oferta en este sector.

[li]La igualdad entre mujeres y hombres ha de ser mejorada en todas las áreas. «Queremos, entre otras cosas que el principio de «igual remuneración por igual trabajo» también pueda prevalecer entre mujeres y hombres. También queremos dar normas vinculantes para aumentar el número de mujeres en puestos directivos.»[/li]

Esta es una de las consignas absurdas que los movimientos sociales han conseguido colar en la agenda política. No sirve para nada, pero uno queda muy bien defendiéndola. No conozco en detalle la realidad alemana, pero sí conozco algo la española. En el caso español, el problema de las mujeres sigue siendo que invierten más tiempo en el cuidado de familiares, mientras los hombres lo dedicamos a la formación. Esto, lamentablemente, limita el número de mujeres que pueden acceder a cargos directivos (donde es normal trabajar 10 o más horas diarias). En Alemania, y esto es importante resaltarlo, no hay un problema de machismo empresarial. El empresario alemán no es tonto, quiere tener a su gente más talentosa en cargos de responsabilidad y no duda en poner a la persona que entiende más apta para el puesto, sea hombre, mujer, homosexual, discapacidad, negro, extranjero o de una religión concreta. 

[li]Indirectamente en el documento se exige la posibilidad de la doble nacionalidad para todos. Los niños de Alemania deben seguir siendo ciudadanos alemanes, dice el documento: «Es por eso que queremos abolir la ley de opción obligatoria  y permitir la ciudadanía múltiple».[/li]

Esta medida sí es razonable. Es absurdo que un niño de cuatro que venga con su familia a vivir a Alemania, cuando tenga 18 años no pueda ser ciudadano alemán de pleno derecho. 

Otra razón interesante es que los extranjeros residentes en Alemania no tienen derecho a votar en las elecciones generales alemanas (sí en las municipales). Decirle a un extranjero que lleva 15 años viviendo en Alemania (trabajando y pagando impuestos) que no tiene derecho al voto si no renuncia a su nacionalidad es un tanto ridículo, cuando no discriminatorio. Más aún teniendo en cuenta que Alemania está dentro de la Unión Europea, y donde la libertad de circulación de ciudadanos es real. 

[li]»Queremos fortalecer financieramente a los municipios de forma sostenible y aliviar el costo de los servicios sociales, incluidos los de la participación igualitaria de las personas con discapacidad.» [/li]

Respecto de la sostenibilidad de los municipios, es una cuestión de reparto de la tarta de impuestos. Más interesante es reducir el tamaño de dicha tarta. 

Respecto de la participación igualitaria de las personas con discapacidad, nos encontramos ante una situación similar al de las mujeres en los puestos de responsabilidad.

[li]Sobre las necesidades de inversión en infraestructuras, dicen: «Vamos a hacer un esfuerzo extra para mantenerla y expandirla.»[/li]

Personalmente, me conformo con que se fortalezcan algunas líneas de la antigua RDA, como la línea Dresde-Leipzig, donde un tren de alta velocidad tiene que ir a 130 kilómetros por hora pudiendo ir a más de 200. Luego, sería deseable que esas infraestructuras estuviesen acompañadas de una demanda real.

[li]El sistema educativo debe fortalecerse y hacerse más equitativo. «La escuela y área preescolar, deben ser diseñados de manera que se puedan mejorar tanto las ayudas individuales como la conciliación de la vida laboral y familiar.»[/li]

Lo que tiene que ser el sistema educativo es exigente, no equitativo. Y debe ser exigente en términos de que cada alumno alcance el máximo de su potencial, no en términos de que los malos estudiantes retrasen a los buenos estudiantes. Antes que igualar eso, sería preferible que se financien investigaciones sobre las causas por las que los alumnos se retrasan respecto de otros y sobre métodos de mejora de resultados en problemas como déficits de atención, comprensión lectora, discalculias, etc.

[li]»Queremos regular los mercados financieros de forma más efectiva. Para que los mercados financieros participen en la gestión de la función pública y los costos de la crisis, queremos introducir un impuesto a las transacciones financieras.» El fraude fiscal será más controlado y perseguido.[/li]

¡Oh, no! ¡De nuevo la Tasa Tobin! Pero en el peor de sus sentidos. En este caso, no se pretende poner un impuesto a limitar los movimientos especulativos más agresivos (los cuales, por cierto, tampoco tienen porqué tasarse). Si lo que se pretende es que colaboren en reparar los costes de la crisis y participar en la función pública, de lo que estamos hablando es de que los mercados presten dinero al Estado a tipos artificialmente bajos. En España conocemos muy bien las consecuencias: credit crunch y crowding out. Hay que ver cómo afectarían estas medidas a la financiación de empresas y proyectos, algo que en Alemania hasta ahora ha funcionado bastante bien. Sobre todo, hay que ver cómo funcionaría de llevarse a cabo en los Estados ex-RDA.

[li]»Queremos asegurar y fortalecer el crecimiento y el empleo en Europa. Esto sólo se logrará si todos los países de la UE, y particularmente en la zona del euro, se coordinan en una estrategia de crecimiento sostenible con una política fiscal sostenible.» La lucha contra el desempleo juvenil a nivel europeo debe reforzarse.[/li]
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Esto no deja de ser un mensaje de buenas intenciones. Las competencias más importantes en términos laborales las tienen los Estados miembros de la UE. Salvo que se pretenda regular todo desde la Unión Europea, en cuyo caso podemos echarnos a temblar. Al menos aquí estoy algo más tranquilo porque los ciudadanos alemanes son cada vez más escépticos respecto del creciente poder de la Unión Europea. 

Valoración de Luis Gómez: Pues qué quieren que les diga…. no veo mingún punto en el que sea imposible que CDU y SPD lleguen a un acuerdo. El tema del sueldo mínimo será duro de roer, pero no es insalvable. No son pocas las voces dentro del partido de Merkel que verían incluso con buenos ojos un salario mínimo interprofesional. Me temo lo peor: más socialismo, más intervencionismo, más Estado.

Llama la atención un detalle: ni una sola palabra dedicada a la «protección del clima» o a la política energética. Los ecolos están que trinan.

Valoración de Burrhus: Alemania es, según su Constitución, un Estado social de mercado, lo cual limita mucho las posibilidades de los liberales de imponer su agenda política. Teniendo en cuenta esto, hay que decir que de todas las fórmulas de intervencionismo, el SPD ha elegido las más visibles, tradicionales y de peores consecuencias (y aburridas).

Lo bueno de tener un partido pusilánime como el FDP en coalición con la CDU era que no eran demasiado intervencionistas. Como mientras han estado en el poder se han dedicado a hacer demagogia y el ridículo sin defender para nada el liberalismo y luego les han echado a patadas (y muy bien hecho, a mi entender), a Merkel le toca negociar con un SPD que viene escaldado de su experiencia de coalición, de modo que ahora querrán que su mano se note en términos de programa cristalizado en nuevas leyes.

Como bien dice Luis, el acuerdo CDU-SPD es perfectamente factible. A mí, personalmente, me preocupan mucho las consecuencias que el intento de igualar las antiguas RDA y RFA tengan en la RDA. Los Estados RFA puede soportar el esfuerzo de igualación, pero los RDA aún tienen serios problemas de desarrollo de la economía y desempleo. En Andalucía sí conocemos las nefastas consecuencias.

Una nota más. A Luis me parece bien que no se toque la agenda ecologista. A mí me parece horrendo. Vale, no se empeora, pero lo que tenemos ya es bastante malo. Se habla ya de pobreza energética debido a las constantes subidas en el recibo de la luz causado por los apagones de las centrales nucleares. Un FDP serio y liberal podría haber negociado este punto, vital para las familias más pobres alemanas y para los Estados ex-RDA.

 

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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8 comentarios

  1. Pero en serio, lo del salario mínimo. ¿es ignorancia? ¿no saben que provoca paro? ¿son tan tontos de pensar que todos los que cobran menos cobrarían a partir de ese momento el mínimo? No lo entiendo la verdad. Otra opción es que lo sepan pero que los que les votan no, y contar de seguir en la poltrona lo piden.

    • Lo saben… y no les importa. El paro nunca es culpa de una decisión política «justa», es siempre culpa del capitalismo desatado. Por eso los que les votan lo seguirán haciendo… hasta que se dan cuenta de que el cuento no es como pensaban. Pero esto exige información, formación y cese de todo mensaje indoctrinador. Y claro, eso no va a ocurrir. El clientelismo político vive de ese estado de idiocía en que nos tienen sumergidos.

    • Comparto la opinión de Luis. En ese sentido, miro el ejemplo español. Tenemos en España la mayor tasa de desempleo de la Civilización Occidental y la inmensa mayoría de la gente apuesta por subir el salario mínimo. Hoy mismo.

      El ciudadano alemán medio, en ese sentido, tiene una formación económica algo superior a la de una ameba (y muy superior a la del español medio), con la particularidad de que tú al progre alemán le explicas cómo está la cosa y cómo funciona la realidad y al menos tiene el detalle de hacer como que presta atención. A veces incluso asimilan.

      Yo creo que el SPD alemán está en un «momento Solchaga». Me refiero al momento en el que tras la crisis económica de finales de los 70 y principios de los 80 en España gobernaba el PSOE, y frente a la idea de que había que seguir manteniendo el esfuerzo de austeridad, llegó Carlos Solchaga (por aquel entonces Ministro de Economía, si no recuerdo mal) y afirmó: «Señores, ha llegado la hora de la alegría». La «hora de la alegría» supuso que en 1993 tuviésemos una crisis de caballo que incluían devaluaciones y un 20% de paro, pero Solchaga se quedó tan a gusto gastando en obras públicas faraónicas y disimulando el paro con aquellos cursos de formación con los que hoy la gente de 45 años es considerada inútil para el mercado laboral. A ver cuánto nos cuesta el momento Steinbrück.

  2. Pero en serio, lo del salario mínimo: ¿es ignorancia? ¿no saben que provoca paro? ¿son tan ilusos de pensar

  3. El tema ecológico no lo veo tan claro. Cada dos por tres salen artículos en diferentes medios denunciando la constante subida del recibo de la luz, y cómo se perjudica a los más pobres. Es decir, en realidad, los ecologistas ya han vencido.

  4. Pues si se ha dejado de lado la «proteccion del clima» algo o mas bien mucho se habra ganado con las elecciones. Cuando estoy de mal humor (o sea siempre 🙂 suelo decir que los ecolos son los herederos de aquellos que se flagelaban durante las procesiones. Excepto que ellos no se contentan con flagelar su propia espalda. Conclusion: habria que restabmlecer las procesiones para que los ecolos encuentren un derivativo menos peligroso y dantilde;ino.

  5. Soy yo o es un caso de que la cola o sea el partido que ha sacado menos votos quiere menera al perro o sea el partido que ha sacado mas.

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