La «Policía religiosa» detuvo a Fawza Falih, la sometió a interrogatorios durante 35 días en los que tuvo que ser hospitalizada por las torturas recibidas. «Lógicamente» confesó su crimen de brujería. Firmó la confesión con su huella digital, pues como muchas otras mujeres en Arabia saudí, no sabe leer ni escribir. Jamás ha visto a un abogado.
Pero Alá es muy grande!
Human Rights Watch ha enviado una carta al Rey Abdullah bin Abd al-’Aziz Al Saud, solicitando la condonación de la pena. Nosotros podemos suscribir la «petition» colgada en internet: «Halt the execution of Fawza Falih immediately«
La causa de la acusación (supuestamente dejó a un hombre impotente por embrujarle) es para morirse de risa. Pero lo peor es cómo se desarrolló el procedimiento:
Luego te pongo un link porque esta noticia sí que seguro que pasa muy desapercibida.
Hmm, veo a pocos musulmanes ultrajados por esto y pidiendo la cabeza del rey Abdallah…