Y no se cansa el tipo de contar mentiras.
Zapatero mentiroso!
Luis I. Gómez
Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.
Zapatero es el tio mas mentiroso de la historia de España, este tipo aparte de ser un inepto, es un tramposo prevaricador, creador de mucho desempleo y mucha pobreza. Zapatero, por el bien de este pais, por que no te mueres.
Jiménez Losantos es el tambor de un poder fáctico muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho más poderoso que el pobre Zapatero (nada menos que el eje Washington-Vaticano).
Cordiales saludos.
Cordura, Jiménez Losantos no es el Presidente del Gobierno, es simplemente un locutor de radio. Sus mentiras puedes oírlas o no. Las de Zapatero nos afectan a todos dada su condición de Presidente del Gobierno de todos los españoles.
Por supuesto, Cordura. Ocurre, pero, que yo con Losantos no tengo nada y con Rodríguez sí: es mi Presidente del Gobierno. No sé si la diferencia está clara.
Saludos cordiales!
En todo caso, no es el único mentiroso…
«Desenmascarando a Jiménez Losantos (III)»
http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts
El Blog de Cordura
Pues anda que no se encumbró el presidente Rodríguez con lo del Euribor. Yo es que no tenía ni idea, pero él algo debería controlar.
Pero es que se retratan incluso con el caso que cuenta Carmelo: tienen los santos cojines de reirse de alguien que sabe inglés. Bueno, él lo dice con más clase, por supuesto 🙂
Me sentí decepcionado cuando vi el nombre del Sr. Duque en la lista de firmantes de P.A.Z. Ahora mi cabreo es mayúsculo con los socialistas por mentir de manera flagrante y aprovecharse del buen nombre del astronauta español. Qué asco.
«El que con ninhos se acuesta, meado se levanta», ya sabe Pedro Duque donde no tiene que meterse para que luego «no le saquen cantares». A