Cuando leí el titular me alegré. Mas que nada porque soy partidario entusiasmado de reformar el bodrio legal que se hace llamar Constitución Española. Que nadie se equivoque: soy un relativista y un equidistante. Esto es: mientras esta sea la Constitución que tenemos, a ella nos debemos. Las reformas desde dentro, con la ley en la mano y las ideologías en casa. Tan ilegal es el asalto a mano armada y con intimidación pretendido por Ibarreche, como el más sutil, pero no menos abominablemente antidemocrático camino elegido por Zapatero y sus cómplices (pues cómlices en la retención del poder son quienes desde su cuerda, la oposición o la periferia le apoyan por activa o por pasiva) No se salva nadie en esta partidocracia nuestra, mercadillo de prebendas y favores, gran circo neorromano en el que día sí y día también los contribuyentes somos arrojados a los leones del fisco y la propaganda estatal bajo un sol de injusticia y en una atmósfera cargada de CO2, insultos y amenazas.
Nos dicen desde DENAES, CONCORDIA, FORO ERMUA Y CONVIVENCIA CÍVICA CATALANA (ojo, todos ellos respetabilísimos foros con los que comparto esta o aquella tesis) que ya es hora de reformar la Constitución. Y nos proponen ( y seré breve) varios puntos fundamentelas sobre los que comenzar a trabajar:
1. Regulación del castellano que garantice su uso en la educación y en la toponimia en el marco de la verdadera cooficialidad.
No sería mejor regular todas las lenguas habladas en la geografía de lo que la ley abarca como España? Garantizar la libertad de elección de los padres sobre en qué lengua quieren escolarizar a sus hijos? Garantizar el uso de cualquiera de ellas (allí dónde se usen varias) en cualquier órgano oficial de cualquier rincón de "estepaís"? Ya estamos con las discriminaciones positivas para terminar con las discriminaciones indiscriminadas? A golpe de ley y fanfarria nacionalista?
2. Expresa inclusión de los preceptos de la Ley de partidos.
Ley de partidos en un Carta Magna? Dar viso de "constitucionalidad", es decir, de absolutamente inherente al Estado, la falacia de los partidos políticos? Se les ve el plumero a estos numerarios de las listas cuatrienales.
3. Reforma del Senado para convertirla en una auténtica Cámara de representación territorial.
Caramba! estoy de acuerdo en este punto! Luego habría que discutir de qué territorios estamos hablando, claro. Pero sí. Hace falta una cámara de representación territorial. Y más en un estado en el que las administraciones territoriales, en virtud de un federalismo de verdad, son las depositarias de casi todas las competencias (cuantas menos mejor)
4. Reforma electoral y aumento del número de diputados en el Congreso.
Cómo? Qué reformar? Acabamos con las listas? las abrimos? jurisdicciones unipersonales? De qué están hablando? Que nos lo expliquen, por favor. Qué hay de las diputaciones? y los ayuntamientos? para qué necesitamos más diputados "nacionales"? Ah! que así serán más a vivir del dinero de los contribuyentes. Vale.
5. Reforma del sistema de distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades autónomas fijando las que sean intransferibles.
Me ocurre como con la propuesta anterior. Vamos a limitar primero las competencias del Estado? Y luego las de los órganos de gobierno territoriales? O nos vamos a limitar a cantar la canción aquella de "defensa, exteriores, orden público, sanidad y educación " desde la poltrona madrileña (o toledana, que bien podemos cambiar la capitalidad si se nos pone), el resto a las poltronas feudales. Pues no. Conmigo que no cuenten. Lo primero sería definir las competencias del Estado. Cuantas menos mejor. Luego definir el meollo territorial. Y después devolver a los ciudadanos el control real de quienes ejercen esas competencias (empezando por exigir que sean realmente competentes, cosa que no se da hoy)
6. Reforma del proceso de aprobación de reformas estatutarias que exija una mayoría de dos tercios de las cámaras autonómicas y de las Cortes Generales.
Léanlo de nuevo. Y otra vez. No echan nada de menos? Yo se lo digo: faltamos usted y yo. A los ciudadanos ni se nos pregunta. Joer…..
7. Reforma equivalente en el proceso de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial.
No. Y otra vez: NO. Ni las cámaras autonómicas, ni las Cortes Generales tienen NADA que decir, NADA que determinar en la composición de NINGÚN organo del Poder Judicial. NUNCA.
8. Recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad como garantía y que no sea un instrumento sujeto a futuras modificaciones en función de quién gobierne.
Ajá! Sensato. Lamentable sin embargo que se tenga que proponer tal medida, lo cual da buena muestra de la honradez con que nuestros políticos ACATAN las leyes: cero.
9. Capacidad para legislar con leyes estatales emanadas de las Cortes en aquellas comunidades que se resistan a cumplir la Constitución.
Perplejo me quedo. Si una parte del territorio no acata la Ley Magna, está en situación ilegal. Sólo cabe preguntar a los administrados (repito: a los administados) si está o no de acuerdo con la postura ilegal de sus administradores. Que lo están: fuera del estado inmediatamente, lo cual seguro que coincide con su voluntad. Que no lo están: los administradores a chirona y a elegir unos nuevos.
Fuegos artificiales, maquillaje barato (este país no merece otra cosa, al parecer) Si en lugar de medidas constitucionales estuviésemos hablando de cremas hidratantes, nos estarían vendiendo "grasa de cerdo refinada: porque yo lo valgo". Y es que tenemos lo que nos merecemos, señor@s.
Andres, está usted amenazando a alguien?
Que le pasa havezz esta loko o que cree que nunca lo vamos a matar a ese mardito coño de madre
Buenas noches, amigos.
No discuto sus intenciones porque no las conozco, aunque también pienso como vosotros. Un año de trabajo y contar con la presencia de «notables» para redactar esa propuesta me parece de todo menos tener la mente puesta en el pueblo.
El problema, me reitero, es que la propuesta va a salpicar como un cubo de agua la «pared de granito» del sistema de partidos, y los que vamos a quedar aún más desunidos y en ridículo vamos a ser los ciudadanos.
Voy a redactar una carta esta noche y os la paso mañana temprano para ver qué os parece.
Eso mismo me temo yo, Lino 🙁
Hola
Manuel, a estas alturas, mucho me temo que si estas organizaciones van reivindicando unas reformas de este tipo, es porque no tienen la más mínima intención de tener en cuenta la soberanía del conjunto de los ciudadanos, sino más bien determinados intereses particulares. Es lo que me temo, mientras no demuestren otra cosa.
Saludos
Muy de acuerdo, Luis. Lo que dices es más o menos lo mismo que digo yo, salvo una cosa: creo que la ostia que se van a meter va a ser menuda, porque al PSOE y los nacionalistas no los van a parar cuatro ideas españolistas y alguna reforma sensata, y el problema es que lo que se van a llevar por delante no van a ser sus propuestas, que ahí están para quien las quiera comentar, sino la poca autoridad e independencia que mantuviera la sociedad civil.
Como demócrata no puedo apoyar la propuesta (qué coraje me da que quieran colar otra vez con calzador la monarquía y no pongan ni una sola medida para separar los poderes del Estado), pero por otra parte apoyo a las asociaciones que han hecho la propuesta sólo por su libertad y su valentía, y creo que incluso sería necesario defenderlas antes los más que seguros ataques que vendrán. Me gustaría pensar que no es una propuesta cerrada y cabe alguna opción además de estar «a favor o en contra de ella». Si así fuera, la propuesta podría abrirse a otras sensibilidades y eso la fortalecería mucho.
¿Crees que podría redactarse una carta al Foro de Ermua para trasladarle nuestra crítica y una invitación de colaboración? Voy a comentar el tema por ahí, a ver qué opinión hay.
Un saludo.
Intencionadamente.
Ha escrito «este país» en el último párrafo…
La sociedad española carece de “identidazzzz”. Con el transito de la democracia a la zetacracia están cambiando algunas cosa, ciertamente permanece el esquema dual de los dos “estepaíses”, el hegemónico y el dependiente, el plutocrático y el gorrilla, pero hemos fragmentado en dos o tres mil pedazos las dos mitades de siempre, habiendo emergido a primer plano un proteico magma de X + nacionales, gregarismos, particularismos, multiculturalismos, espíritus de grupo, etnia, clan, etc., etc.
Al parecer, sólo los obsesos de las lenguas se plantean que ni la globalización ni la UE van a estar ahí siempre o que una atomización tan enorme tiene que provocar algún día una entusiasta reacción de tipo unificante; y también ahí caben los excesos, tiempo al tiempo – o como se diga en árabe andalusí – pero de momento prevalece la dinámica de la desagregación, que concluye en un egotropismo pulverizador y no es catastrofismo.
Unas Expañas no ya invertebradas sino descoyuntada están amaneciendo a partir de un rearme individualista cuyo antecedente más nítido son, no es banal repetirlo, los reinos de taifas. Con un neocaciquismo pragmático, todos miran a Madritttt para sacar la mejor tajada, aunque otros no coman. El lema es sálvese quien pueda, pese a las declaraciones retóricas sobre la “españolidazzz” común, del mismo modo que antes se cacareaba el rollo de la “hispanidazzz” con los países hispanoamericanos para consolarse de que dos potencias extranjeras y cuatro logias nos la hubieran metido doblada por donde se ponía sol, vaya si se puso…
Cada mochuelo taifal en su olivo y Alá en el de todos, mientras de la sociedad española van quedando sólo series de sociedades anónimas compuestas a su vez por socios con vocación de virreyes de ínsula. En lo sucesivo, todo serán balones divididos en un partido bronco donde el árbitro sólo se atreve a sacar amarilla a los jueces de línea.
Por un lado va lo oficial y por otro lo real, son dos órdenes de cosas y quien hizo la ley no hizo las trampas. Por la tele y por los aparatos ideológicos desfilan los poderes fácticos, que ni sabemos cómo se llaman: globales en español; por los holdings de la cultura hegemónica desfilan otros tantos modelitos; finalmente, en las audiencias se produce un proceso de mimetización sin identidad. Entre el poder de los que pueden y la realidad popular no hay común entusiasmo sino imitación patética: hoy nos dicen europeos como mañana nos dirán euromediterráneos y pasado mañana “islamófonos”. Lo único seguro es que el Rey seguirá cobrando, el oso Mitrofan está a por uvas, no hay una sociedad de la que pueda decirse que piensa por sí misma
Todo se ha vuelto vertical, incluso entre quienes critican las instituciones verticales y las parasitan. En medio de la fragmentación y la pulverización, el Estado vuelve a aparecerse a cada pastorcillo como la teta buena sin cuyo concurso no podríamos crecer. Todas las iniciativas parten del poder, esté donde esté, se llame como se llame, que borra la identidad, que se mueve por abstracciones y además no te cambia la cuña.
El pueblo ha regredido a los trece, sujeto pasivo y es el Euroestado el pantalón vaquero talla XXL que nos ponemos por la cabeza, el gran heteronomizador, y no el potenciador ni el regenerador. Necesita ser él grande para que no le crezcan los enanos y quiere la igualdad ajena desde la tremenda desigualdad que él mismo fomenta. ¿La nación francesa es un concepto discutido y discutible? Tan poderosa máquina, ¿hasta cuándo, sin embargo, podrá tirar de una masa inerte de vagones de condenados? Cada día que pasa cuesta más mantener encendido el vapor de esa locomotora que pita mucho, enrojece y apenas logra moverse. Sin embargo, ni la mejor locomotora de la Siemens podrá a la larga energizar el aquinetismo del resto del universo.
La segunda ley de la termodinámica afecta también e inevitablemente a la máquina über-estatal, cada vez más cerca de la entropía y de la propia paralización. De nada sirve relanzar la máquina con funcionarios nuevos, más ujieres, mejores engrases WiFi en los lavabos: la máquina se paraliza por su propia “obesidazzzz”. Desde esa su “obesidazzz” lanza campañas y soflamas de todo índole, cierra periódicos, arranca viñedos e incluso llega a pretender moralizar, pero ¿qué moral puede infundir semejante mole atacada por las propias parálisis y minada por su propio peso? Es todo una real coñada.